Just Say Yes

Digamos que sí
a los reflejos impuros de nuestros espejos,
a las máscaras rotas y a las personalidades prostituidas,
a los silencios eternos y a la ruptura con frases hirientes,
a la muerte cotidiana que se pasea por las avenidas oxidadas,
a la vida que se reproduce como virus en las esquinas de la metrópoli.

Digamos que sí
a acostarnos con mujeres extrañas sin preguntar nombres,
a dormir hasta que vuelva a caer la noche,
al amanecer con la resca y la memoria desfigurada,
a los excesos en unos labios que nunca habiamos tocado,
al sabor de una sonrisa nueva en nuestra ventana,
a los cielos altos y a las cornisas amenazantes,
al abismo entre nuestros párpados,
a la eterna caída de la memoria que trae de regreso recuerdos amargos,
sí,digamos que sí
a lo que hiere y a lo que salva.

Digamos que si en todas las calles, a todas las preguntas,
digamos que si como unos obsesos y como unos locos,
sí a todo,
si a ir a la cárcel, al orfanato y al altar, si a las desgracias, los insultos y las bendiciones,
si a las caricias, los besos y los golpes, sí a las enfermedades, a las curas, a los vicios y las epidemias,
si a otra mujer y a la siguiente,
sí a una noche solitaria,
si a las multitudes y a los desengaños, sí a ser engañado y a engañar,
sí al compromiso y al olvido, sí a las drogas y a la abstinencia,
sí a la promiscuidad y al celibato, si a todas las posibilidades,
sí a la salvación y a la condena, sí a la guerra y a la paz.