NO DIARIO 1

¿Esto es Ficción?

Este no es tu diario… y lo sabes, después de 30 años has llegado a la conclusión de que es muy difícil escribir todos los días sobre lo que te pasa, que además es poco, muy aburrido y en verdad, a nadie le interesa; afirmas que la mejor excusa es que los diarios son para las niñitas que escriben sobre sus enamorados, sus desventuras estudiantiles de secundaria y sus primeras experiencias en la vida, y tu, ya estás demasiado viejo para hablar de primeras veces y primeras experiencias… ahora que lo recuerdas, alguien te dijo que cuando dices que estás demasiado viejo para algo, en ese mismo momento empiezas a envejecer.
Los maestros siempre te dijeron “escribe sobre lo que sabes, sobre aquello que conoces, sobre los temas que dominas, no inventes cosas que no puedas controlar, porque entonces te quedarás a la mitad del camino, sin un verdadero tema y mucho menos, una obra” y tu no les hiciste caso, al principio te pusiste a imaginar historias que nunca terminaban bien, o al menos no como lo hubieras deseado, no es que se te escaparan las cosas de las manos, simplemente algunos personajes decidían irse de tu lado, por aburrimiento, por insatisfacción con el destino que les planteabas, o por cualquier otra razón y se iban sin avisarte.
Tus jefes son unos idiotas casi diez años menores que tu, que heredaron la fortuna y los negocios de sus padres, que a la vez heredaron de sus padres y ellos de sus padres… trabajas para un negocio familiar que se está viniendo abajo, porque a tus jefecitos no les importa el trabajo, es un gag, un chiste recurrente para ellos, y porque, además de todo, no tienen la menor idea de lo que están haciendo. Porque igual se heredan los coches, las casas, las acciones en la bolsa, los títulos nobiliarios, el prestigio del apellido, la servidumbre, las propiedades, pero no se hereda la habilidad para los negocios, ni la capacidad de inteligir las cosas, eso le dices a tus amigos mientras bebes despotricando contra tu trabajo…
Llega un momento en la vida que alguien debe patearte la cara… Y qué mejor que el que te patee, sea alguien conocido. Eso pensabas en la calle mientras te golpeaba uno de tus antiguos mejores amigos, por haberte acostado con su esposa… capaz que la culpa no era tuya, capaz que ni de ella, capaz era de él, y no quería aceptarlo. Si te golpean cuando has bebido, eres muy bueno defendiéndote, pero todo tiene su limite y el alcohol definitivamente había sobrepasado tu límite esa noche, cuando tu antiguobuenamigo, entró en el bar en el que con tanta calma tomabas un whisky después de un día de trabajo tan nefasto como los demás. Lo único que hizo que tu día tuviera algo de sentido era esa patada que se proyectaba sobre tu mandíbula y que lograste, milagrosamente, evitar… la batalla había nacido muerta, tu no querías defenderte, y en realidad, tu examigo no quería matarte, simplemente estaba obligado a golpearte, porque era mas fácil soportar la cornudez después de esto, que no hacerlo y carcomerse lentamente en la indefinición de los hechos, quién fue, cómo fue, cuándo paso, cómo paso… en fin, era mejor acabar con todo a patadas y regresar a la rutina.
Ves un comercial en el que aparecen dos modelos que apenas mastican el español, hablan sobre temas elevados mientras se maquillan para subir a la pasarela… se supone que debe ser divertido, pero tiene muchas deficiencias, lo leíste en el libro de Beigbeder, a las tipas no se les entiende, y en realidad, sus diálogos son completamente pobres…
Te acuerdas cuando dormías tranquilo y no te despertabas a media noche, simplemente cerrabas los ojos y eso era todo.. dormías casi de manera instantánea, y soñabas cosas agradables, la vida en esa época era más sencilla, cumplías con tus deberes y eso bastaba para no tener preocupaciones, simple y sencillo era todo, las noches no te amenazaban, no te crecían ojeras terribles ni dabas vueltas interminables en tu cama. Sigues despierto y son las cuatro de la mañana.
Tienes los mismos amigos desde hace más de 20 años, pero casi nunca los ves, se llaman por teléfono de vez en cuando, y por fin, cuando logran coincidir, se juntan en alguna cantina cara, como venganza a esas épocas en las que les costaba mucho trabajo tomar algo fuera de casa, y era todo un suplicio juntar el dinero suficiente para ir a un antro. Por eso cuando se juntan, arman tremendas fiestas, piden y piden tragos, imparables, ingobernables, porque tienen dinero, y con éste no hay problema, puedes darte el lujo de vomitar donde quieras, que tus billetes son lo suficientemente grandes para limpiar cualquier cosa y seguir pidiendo.
Enciende, una mujer habla sobre la masturbación en los jóvenes zap, un coche bomba explota frente a una embajada zap, el presidente de un país amenaza a otro zap, un grupo juvenil interpreta una vieja y muy mala canción zap, gol del equipo que odias zap, comercial mentiroso de adelgazamiento zap, beso falso de telenovela zap, quinceañera en traje de baño y pezones erectos… zap, playa marroquí lejos de tu presupuesto zap, concurso de participantes sin dignidad zap, caricatura japonesa que provoca ataques epilépticos zap, musculoso levantapesas te invita a tener un abdomen como el suyo zap, J. Lo baila “sensualmente” zap, dos tipos discuten el presupuesto de una nación zap, varios autos de fórmula 1 chocan despedazándose en cámara lenta zap, reportaje sobre un terremoto de hace casi 20 años, apaga.
Si esto fuera tu diario, tendrías que inventar cosas, porque las páginas estarían llenas de “fui a trabajar, luego llegué y vi tele todo el día, y me quede dormido viendo el noticiero en el que hablaban de una nueva guerra” y al día siguiente igual. Por eso no es tu diario, porque no tendría absolutamente nada que decir, serían un par de anécdotas alargadas hasta la nausea. Lo peor, tampoco es una historia de sexo y violencia y miedo y enemigos y bombas y muertes… porque no es lo que conoces, lo que conoces está en tus calles, en tus plazas, en la tienda de la esquina, en el restaurante de comida corrida, en el transporte colectivo, en el trabajo, eso es lo que conoces y sobre eso, es este nodiario.